La mañana habia transcurrido tranquila para todos excepto para ella y el. Aquel dia habian compartido miradas, abrazos, inocentes besos, risas, y sobre todo lagrimas. Quizas fue por esto ultimo que la joven decidio llevarle a dar un paseo, ellos solos, a pesar de que centenares de personas los rodeaban. Sus manos volvieron a entrelazarse y el silencio reino sobre ellos. No necesitaban palabras, podian decirse todo aun sin abrir la boca. Caminaron y llegaron a uno de los rincones del recinto, ella se volvio y le miro con sus tiernos ojos, el apreto su mano.
- "Hay cosas que no pueden ser..."- dijo ella mientras le miraba
- "¿Como cuales?"- pregunto el joven, confuso porque presagiaba que algo especial iba a pasar
La muchacha giro su rostro y acto seguido volvio a mirar al joven
-"Como esto"-
Le beso.
Por un instante, el universo paso girar en torno a la bella figura que formaban los dos al tiempo que fundian sus bocas en un beso eterno. El silencio se escucho en todo el recinto, y el tiempo, cruel verdugo, ceso por un momento su inplacable trabajo, pues el amor que sentian ambos era mayor que cualquier fuerza en el universo.
Pasaron unos minutos y ambos volvieron con el resto de la gente, ellos habian sido ajenos a todo lo que habia ocurrido unos metros delante, pero no tardarian en enterarse.
Hubo algunos que proclamaron que aquel acto de amor era una blasfemia, hubo otros que se convirtieron en complices de lo que alli sucedia y muchos otros lo ignoraron, pero ellos dos sabian que en aquellos instantes solo existia la otra persona.
Cayo la noche. Ella ya se habia marchado pero el joven aun seguia en el recinto caminando, solo, y repentinamente se volvio a escuchar el silencio y todo giro en torno a el, pero estaba solo... El joven se encontraba en el mismo punto en el que horas antes, las cuerdas del destino habian sido tañidas describiendo la mas bella de las sinfonia... pero ella ya no estaba delante, ya no veia esos tiernos ojos en los que se vio reflejado cuando el universo entero paro por ellos...
El joven, quizas cegado por el amor, creyo ver a la joven delante de el, la intento agarrar de la mano, pero la ilusion se desvanecio... cayo de rodillas y... lloro.
Muchas personas de las que alli se encontraban no sabian que pensar, algunos lo tomaron por loco, otros simplemente no le dieron importancia, pero aquellos que sabian que ocurria sintieron dolor en su corazon, porque en ese momento comprendieron que el amor de los dos jovenes era la mayor demostracion de que la magia existe, y de que incluso la llama del amor a veces puede derretir un tempano de hielo...
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2 comentarios:
Me has dejado sin palabras, pero no importa porque diga lo que diga, ya lo sabes ^^
Cuidate mucho cosita :****
o0ye cosa, si invades así mi cabeza me dejas sin intimidad!!! jajaja
tendríamos que mirar el codigo etico y deontológico para saber si es lícito, pero vamos... creo que tratándose de tí sí que lo es.
nos veremos y tu habitación... jaaaaaai tu habitaculo...
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